domingo, 29 de enero de 2012

Yo también salí con mi domingo 7

Sí, yo como tú, que ahora me lees, salí embarazada. La razón? Un enorme, ENORME, descuido. 
Lo que quiero compartir ahora contigo, es la experiencia que tuve. No porque quiera desahogarme (aunque bastante falta me haga), no por promover el aborto ni por razones morales; lo hago porque cuando yo estaba en tu situación,  me hubiera tranquilizado mucho leer más experiencias de personas que pasaron por lo mismo y no encontrarme con un internet infestado de preguntas desesperadas, pidiendo a gritos una respuesta que nunca llega. Entiendan  esto, NUNCA LLEGAN. Las tienes que buscar.


Mi único consejo, si siguen leyendo hasta aquí, es: INFÓRMENSE. Busquen, busquen, busquen.. Lean, lean, lean. Y NUNCA se confíen de la primer respuesta que lean por ahí. Sé que están desesperadas y sólo buscan una solución, pero créanme, esa solución no es la primera que ven.  Aprendan a tomar decisiones y sostenerlas. Es duro, lo sé, pero es a lo único que se pueden aferrar en este momento.


Esta es mi experiencia hablando.


Tuve relaciones en mis días fértiles, no saqué cuentas, se me hizo fácil. No usamos condón y por tomar la pastilla del día siguiente me confié. Creí que cumpliría bien su trabajo al tomarla después de una hora de haber tenido relaciones. Error tras error...


La pastilla no hizo efecto, yo ya tenía casi una semana de retraso.


Tenía los síntomas de mi regla; senos  adoloridos, cólicos leves y estómago inflamado pero cada vez que iba al baño esa mancha roja no aparecía. Oooh decepción...
Pensé que me estaba sugestionando y que por la misma preocupación la menstruación no hacía acto de presencia.


Una mañana decidí de una vez por todas deshacerme de la duda y compré una prueba de embarazo. Muy dentro de mí, creía saber que sólo estaba preocupada y esa prueba OBVIAMENTE saldría negativo. 


Saben que las pruebas que compramos en las farmacias detectan una hormona en nuestra orina que sólo se produce durante el embarazo, cierto? Espero que a estas alturas lo sepan. Por este motivo, tienden más a darnos falsos negativos que falsos positivos pero aún así les recomiendo que confirmen su embarazo con una prueba de laboratorio, de sangre o de orina. Yo me cegué por la desesperación y sólo pensé en tomar decisiones drásticas; asegúrense primero de que están embarazadas.


Seguí las instrucciones de la prueba tal y como vienen en el instructivo de la prueba. Ésta decía que daba resultados en 3 minutos. 3 MINUTOS!!! Pensé que la espera sería muy larga.


En cuanto mi orina impregnó toda la esponjita vi cómo se absorbía y se pintaba la primera rayita color rosa que es la raya de control. Para saber que la prueba es válida. Una rayita = no estás embarazada. Dos rayitas = estás embarazada. Así de simple y sencillo.
Inmediatamente después, la segunda rayita comenzó a colorearse. Espantada, seguí sosteniendo la prueba, esperando que sólo estuviera alucinando, pero NO. La segunda rayita ni estaba tenue, ni era irreal. Estaba ahí. Dos rayitas = estás embarazada.


Empecé a temblar. Oculté la prueba y sentí como todo mi cuerpo se volvía rígido. Quería llorar, gritar, volver atrás.
Lo primero que hice fue volver a mi cama y tomar acción. Debía hacer un plan. No podía tener a un bebé. 
Sé que tus circunstancias son diferentes a las mías, no las juzgo, no las cuestiono; las comprendo y las respeto. Por este motivo, no pondré mis circunstancias aquí. Sólo quiero contarte qué fue lo que sucedió después.


Comencé pidiendo ayuda. Le dije a mi mejor amigo y ahora cómplice, que necesitaba que me ayudara. En realidad, ni siquiera sabía cómo era posible que él me pudiera ayudar. No tenía nada concreto en mente. Necesitaba saber que no estaba sola.


Después recordé a alguien. No era mi amiga aunque la conocía de hace mucho tiempo. Recordé que ella había decidido interrumpir su embarazo con pastillas. Ella, ella me podía ayudar.
No la pensé y le conté mi problema. Me dijo que no me preocupara, que ella sabía cómo ayudarme. Así fue como me enteré de CYTOTEC.


Entonces ese pasó a ser mi plan A. Mientras el plan B sería ir al df a practicarme un aborto legal, claro que eso implicaba mucho más gasto, más papeleo, más tiempo y sobretodo... más gente enterada.


Me dijo la dosis de cytotec que debía tomar, cómo las debía tomar y qué es lo que posiblemente sentiría. Qué hice yo? Busqué información de esas pastillas. No puedo decirles la cantidad de páginas de internet en inglés y español que visité. En este momento les puedo asegurar que sé mucho más de Cytotec y su uso que la persona que me las recomendó. Y saben cómo logré saber todo eso? LEYENDO, BUSCANDO y LEYENDO.


Hay muchas muchas páginas que ofrecen información general y que además te venden las pastillas en todas partes. Que se les prenda el foquito rojo de alerta. NO CONFÍEN aunque estén taaaan desesperadas. Admito que en más de una página pedí información de compra de las pastillas y adivinen... Varias de esas páginas pertenecían a la misma persona. Era la misma persona a la que se le haría el depósito. 


Las pastillas en las farmacias generalmente no te las venden tan fácil. Menos en las ciudades porque es un medicamento ya reconocido por su efecto abortivo. No iba a comprar las pastillas por internet y jugármela a que fueran falsas o a que nunca llegaran. Encontré comentarios de personas que decían haber recibido pastillas color azul, redondas y que no tenían ningún efecto. ERROR FATAL utilizarlas sin saber nada... En ese momento, yo ya sabía cuál era el principio activo, los síntomas generales, el color, tamaño, apariencia de las pastillas y una estimación del precio.  Cómo? LEYENDO. 


EMPEZANDO A TOMAR ACCIÓN


Para no hacerles tan largo el cuento... Obtuve una receta falsa para comprar las pastillas. Obviamente primero me informé cuál era la dosis que podrían recetar de las pastillas en caso de gastritis. 


Una vez que tuve las pastillas, opté por usarlas esa misma noche... Y así fue.
Había leído que los dolores podían ser insoportables, que lo mejor era que hubiera una persona enterada junto con la persona que las usaría. Yo no tenía a nadie.
Me armé de valor y comencé el tratamiento que me habían recomendado. Les pido, por favor, que se informen cuál es el límite de medicamento que pueden consumir al día. Es muy peligroso si se llega a una sobredosis.


A las 3-4 hrs de que las usé sentía cólicos. No tan fuertes, parecidos a los de mi regla. Sentía muchas ganas de ir al baño y sentía muy inflamado el vientre. Como a partir de las 6 hrs comencé a sangrar. También en cantidad de sangrado parecía mi regla normal.


Al día siguiente amanecí normal, con pocos cólicos y sangrado normal. Hasta ese momento sólo había expulsado sangre y un flujo transparente con puntitos rojos; nada de coágulos grandes.


Los coágulos grandes llegaron como hasta el segundo-tercer día de haber usado las pastillas. Primero fueron dos bolitas pequeñas juntas. Al día siguiente fue un coágulo como de 3-4 cm que expulsé mientras me bañaba. Era un poco más espeso que los coágulos normales de un período pero cada vez que expulsaba algo nuevo eran cólicos más fuertes de lo común.


Así estuve como por aproximadamente una semana. No presenté fiebre, ni vómito, ni diarrea como muchos comentaban en algunas páginas. Mi organismo no reaccionó de esa forma; es importante que consideren que no todos los organismos reaccionan igual, por lo tanto mis síntomas pueden diferir mucho a los tuyos.


Asimismo, es muy importante que consideren que aunque presenten sangrado (esto significa que ya ha comenzado el aborto) puede que el tratamiento falle y sigan embarazadas. Por este motivo, es obligación de ustedes realizarse una ecografía (ultrasonido) después de 7-10 días de haber usado el tratamiento. POR QUÉ? por que pueden quedar restos del embrión y les puede causar infección; lo cual, es muy MUY grave!. Además, así se aseguran de que el tratamiento ha funcionado correctamente y no hay nada por qué preocuparse, excepto por aprender la lección.


Afortunadamente conmigo todo salió bien. Realicé mi ecografía casi 2 semanas después de haber utilizado el tratamiento y el doctor dijo que ni siquiera había rastro de que hubiera estado embarazada.
Desde ese momento me dije a mi misma que nunca lo estuve...